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"Todo cuanto sé con mayor certeza sobre la moral y las obligaciones de los hombres, se lo debo al fútbol".

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El secreto

domingo, 18 de septiembre de 2011


Alguien le dijo alguna vez a Sartori, que el fútbol era cosa de hombres, pero la verdad fue que hizo oídos sordos, como a tantos consejos que le dieron durante su vida. En su casa le dijeron también algo parecido, pero lo hicieron con mayor delicadeza: con preámbulos y eufemismos, con dilaciones y cambios bruscos de temas; pero lo hicieron al fin. Sartori lloró aquella noche, como pocas veces lo había hecho desde el accidente de su hermano, pero pensó que si algo sumamente doloroso como la muerte de alguien tan amado no había hecho mella tan profunda como para quebrarse definitivamente, cómo lo iba a hacer una opinión de terceros sobre una actividad como era la práctica deportiva.
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Publicado por Gastón Pereyra a las 17:52 1 comentarios    

Etiquetas: Escritos

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