Acepto que hay lugares y contextos diferentes para ciertas publicaciones, pero así como existen espacios diagramados arbitrariamente, pienso que se los puede burlar arbitrariamente también. Por tal motivo, utilizo este sitio "inadecuado" para este post, sin simulacros y sin hacer creer lo que no es. Sepan disculpar este atrevimiento presente y los próximos futuros, ya que lo repetiré.
El tema de esta nota es la muerte, pero no la muerte en sí como aquel proceso final de la vida de los seres vivos, sino la muerte como entidad abstracta, como concepto a aprehender en los primeros momentos en que se conoce su existencia, que generalmente resulta ser cuando uno es un niño y no comprende (aunque de grande sucede lo mismo) sobre cuestiones ontolólicas.
Si hay alguna situación que disfruto en la literatura o el cine es la cuestión iniciática de los personajes. Por tal motivo me impactó Nick Adams, el alter ego de Hemingway, con sus primeros pasos en el amor, la soledad, el alcohol, el horror humano, la muerte y otros tantos temas más. Y anoche disfruté con un diálogo sencillo pero complejo a la vez que vi en la película alemana El lazo blanco (Das Weisse Band), que como dato adicional puedo aportar que fue la que compitió en los Oscar del 2009 con la ganadora argentina, El secreto de sus ojos. Los que dialogan en este extracto que hago del film son: un niño de cinco o seis años y su niñera, y hablan sobre la muerte, concepto que ella conoce (se podría decir) pero que él comienza a descubrir. Los dejo con la charla y ojalá la disfruten como yo.